España apuesta por la carne sintética antes que Europa: ICEX ayuda a BioTech Foods pero no puede vender
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ICEX España Exportación e Inversiones, entidad pública empresarial dependiente de la Secretaría de Estado de Comercio, dio una ayuda de más de 750.000 euros en 2022 a la mayor empresa de carne sintética en España, BioTech Foods. Sin embargo, la legislación europea no permite la venta, por ahora, de este tipo de productos en el territorio comunitario y de hecho, la autoridad alimentaria de la Unión Europea espera los pasos legislativos para iniciar las oportunas investigaciones.
En España existen dos empresas dedicadas a la investigación del desarrollo de carne cultivada en laboratorio. Una de ellas es Cubiq Foods, fundada por el biotecnólogo Andrés Montefeltro y la bióloga celular Raquel Revilla. Esta entidad está asentada en Barcelona y, desde allí, ha llegado a acuerdos con el distribuidor de alimentos internacional Cargill para comercializar sus futuros productos.
La otra empresa es la vasca BioTech Foods. Esta mercantil cuenta con apoyos como JBS, una empresa de alimentación brasileña con proyección internacional, o el ICEX, una entidad pública dependiente de la Secretaría de Estado de Comercio.
OKDIARIO se ha intentado contactar con ambas entidades para conocer un poco más sobre su actividad o los visos de ventas de sus productos en España una vez la legislación europea esté implementada, pero ninguna ha decidido ofrecer declaraciones por el momento.
En Europa no se puede vender
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) es la agencia de la Unión Europea encargada de valorar los riesgos alimentarios que pueden presentar los productos que se venden en los países miembro.
El 11 de mayo de este mismo año, la EFSA organizó un coloquio científico de dos días para tratar la carne sintética. Tras el evento del órgano comunitario, los miembros de la organización declararon que están preparados para realizar una evaluación científica de estos productos cuando la Comisión Europea se lo solicite.
Por tanto, mientras las autoridades políticas no den pasos de cara a su legalización, en Europa no es posible vender la carne de laboratorio. De ahí que empresas como Cubiq Foods lleguen a acuerdos con otras mercantiles distribuidoras internacionales.
Existen opiniones encontradas con respecto a esta industria en el entorno comunitario. En Italia, por ejemplo, se dio el visto bueno en abril a un proyecto de ley que busca impedir la venta, producción e investigación de la carne sintética. Sin embargo, en otros lugares como en EE.UU. están siguiendo caminos opuestos. En este sentido, el Departamento de Agricultura estadounidense permitió la semana pasada que dos empresas comiencen a ofrecer este tipo de alimentos al público.
BioTech Foods y España
En el caso español, la principal empresa de carne sintética por volumen de inversión es BioTech Foods y se encuentra asentada en Guipúzcoa. La entidad fue fundada por la física Mercedes Vila aunque la multinacional brasileña JBS es quien tiene la mayor participación.
El Gobierno español ha apostado por BioTech Foods a través del ICEX. En concreto, la empresa recibió 753.282 euros a través de una ayuda con el concepto «Investigación en líneas celulares, medios de cultivo y biomateriales para su correcto bioprocesado que permitan la producción de carne cultivada».
JBS, por su parte, invertirá en España 30 millones euros para que BioTech Foods construya una nueva fábrica en el polígono industrial de San Sebastián. La factoría contará con 11.000 metros cuadrados en una parcela de 20.000 y pretende contar con una plantilla de 150 empleados, por lo que sería la más grande del sur de Europa.
El departamento de I+D tendrá un gran peso dentro de la empresa dada la necesidad de desarrollar la tecnología necesaria para este nuevo tipo de alimento y contará con biólogos, bioquímicos y biotecnólogos.
La industria de la carne sintética se está desarrollando en España con el apoyo de la Administración. Sin embargo, mientras no se den pasos en Europa la comercialización, una vez que se consiga la tecnología, tendrá que destinarse a la exportación. Existe mucho debate en el ámbito político y social sobre este tipo de productos. Tanto es así que se están generando legislaciones a favor y en contra en los diversos países del mundo.